Diciembre 30 de 2009

Ha sido un día soleado, se siente en el aire el ambiente de fin de año...

Son las 11 pm y camino a casa por la Av. Boyacá, el aire se siente pesado, se escuchan sirenas, se ven los carros acelerando y dando vía a un taxi que va escoltado por una moto de policía. Los semáforos en rojo pasan a verde automáticamente cuando los policías van dando vía para que el taxi llegue pronto a su destino. ¿A dónde irán?. Vemos cómo el taxi toma la Av. Américas y desaparece en el tráfico.

Ya sin las sirenas, la vía sigue fluyendo rápidamente, aunque hay bastantes carros en la vía. Como siempre, hay trancón en el carril de los buses llegando a la Primera de Mayo. "Es tarde", pensaba yo, "pero todavía hay mucho tráfico".

Estas festividades de fin de año, generan una ansiedad por llegar a casa en el menor tiempo posible. Los carros corren y los peatones se atraviesan. Es una época en la que se debe tener más cuidado, manejar precavidamente para evitar accidentes.

Los medios dicen que "Entregue las llaves si va a tomar", "Conduzca con cuidado"... Son consejos, que todos deberíamos seguir. ¿Cuántas vidas se salvarían si no hubiese conductores ebrios en las vías?

Diciembre 29 de 2009

Un sprint color verde de placas BHG824, al tratar de esquivar una buseta que iba lento, se abalanzó sobre la motocicleta en la que yo viajaba. No dió previo aviso de su intención, solamente giró la cabrilla cuando estaba junto a nosotros. Ver el guardabarros del carro a menos de 10 cm de mi pierna, me hizo estremecer.

Entre tanto, nuestra moto se tambaleó y afortunadamente el piloto logró mantener el equilibrio, evitando una caída segura. Los nervios, me han hecho temblar desde ese momento. Hace 30 minutos ya, que ocurrió el hecho. No sé si es el frío de la mañana o si es la angustia que sentí, pero no puedo dejar de estremecerme, no puedo dejar de pensar en lo que ha sido mi vida. Dicen que cuando se siente el momento del final uno ve pasar su vida al frente, como si fuese una película; hoy vi parte de mi vida, parte de lo que he hecho y he dejado de hacer, parte de lo que quiero en mi futuro, sentí el frío del túnel que lleva a esa luz tan temida que es la muerte.

“¿Porqué temerle a la muerte, si es lo único fijo que tenemos en nuestra vida? Es una etapa más que algún día debemos enfrentar, pero ¿porqué hoy? Aún faltan muchas cosas por hacer”, pensaba mientras trataba de bajarme de la moto para reponerme del suceso.

Estamos bien, al fin de cuentas nada grave nos pasó, fue sólo un susto...

¿Porqué escribo este blog?

Llevaba tiempo pensando en crear este blog: un espacio para contar las historias, buenas y malas, que les pueden ocurrir a l@s motociclistas en nuestra ciudad, Bogotá.

Son historias contadas por sus protagonistas, algunas de ellas serán vivencias personales y otras serán anécdotas de otr@s motociclistas.

También es un espacio para desahogarme y compartir información...