Incidente de tránsito

Yo he conocido personas que odian a las motos, pero el conductor del taxi SIO312 se lleva el premio mayor.

El sábado pasado, iba una moto por el lado derecho del carril correspondiente en una calle doble vía. Sin aviso alguno, el taxi en cuestión embistió a la moto de frente invadiendo el carril contrario. El piloto de la moto, se hizo lo más a la derecha que podía, sin subirse al andén, tratando de mantener el equilibrio de su vehículo. Sin embargo, el taxista seguía acercándose de frente a la moto, hasta que el piloto le gritó. El taxista, miró despectivamente al piloto y su acompañante, como diciendo "No me importa" y se parqueó justo detrás de la moto a recoger dos pasajeros.

En esta situación, defiendo 100% al motociclista y su acompañante, porque iban por el lado derecho de su carril, con las luces encendidas, como mencionan las normas de tránsito. Me pregunto ¿qué pensaba aquel taxista al invadir el carril contrario, sin direccionales, ni señal alguna? Sería ilógico pensar en que el taxista yendo de frente a la moto, no la hubiera visto, yo lo veo como un acto de mala fe.

Incidentes como este ocurren a diario en nuestra ciudad y normalmente se acusa a los motociclistas de atravesados. Es cierto que hay personas imprudentes, pero no son sólo motociclistas, también hay muchos conductores de automóviles, buses, camiones y demás tipos de vehículos, que se atraviesan o cambian de carril sin mirar si tienen espacio suficiente para maniobrar.

He visto muchas veces cómo los taxis pequeños tienen "Delirio de Moto", ejemplo Hiunday Atos. Se creen tan chicos como una motocicleta y se abalanzan contra los vehículos, incluso cierran a las motos a su paso. Este tipo de taxis, son los menos seguros, puesto que en caso de accidente son los pasajeros quienes más sufren el golpe y los conductores de estos vehículos, en la mayoría de los casos, no tienen las precauciones necesarias para un viaje seguro.

Los accidentes ocurren por la imprudencia de las personas, quienes pueden ser peatones, conductores de vehículos, pilotos de motocicletas, ciclistas, hasta un animal en la vía puede generar una catástrofe. Si a esta imprudencia le sumamos la indiferencia y la intolerancia, los incidentes y accidentes de tránsito se convierten en una constante en nuestras calles.

Debemos ser precavidos, mantener la mirada firme en el camino y sus alrededores, para que estas situaciones no nos tomen por sorpresa y podamos reaccionar adecuadamente ante un incidente de tránsito.